Informe de batalla. El golpe del verdugo


Hace un par de semanas jugué una partida de Herejía a 2000 puntos, Manos de Hierro contra Hijos de Horus. Los dos primarcas se enfrentaban en las arenas negras de Istvaan V, Ferrus había conseguido escapar con vida de Fulgrim y esta vez Horus iba a ser quien le liquidara.

El ejército de Horus consistía en nada menos que cuatro escuadras de Exterminadores de la Legión y dos Escuadras de Tácticos de la Legión, también contaba con dos Rapier y un Capellán en armadura de exterminador, pero al mando de la punta de lanza estaba el mismísimo Horus.

El rito de guerra escogido por los Hijos de Horus era Fuerza de Abordaje de Zone Mortalis, que convierte a los Exterminadores en línea y les otorga la regla especial Despliegue Rápido de forma gratuita. En contra tiene que impide llevar cualquier blindado.



Mi lista en cambio partía del rito llamado Orgullo de la Legión, que permite desplegar veteranos y exterminadores como línea. Contaba además con cuatro dreadnoughts para acosar al enemigo y dos tarántulas para defender los objetivos. Mi lista era la siguiente:

MANOS HIERRO 2000

FERRUS MANUS 455

SEÑOR DE LA FORJA 125
- Hacha de energía
- Bombas de fusión
- Campo refractor
- Combi-lanzallamas

(1) DREAD 150
- C. laser
- Puño

(2) DREAD 150
- C. laser
- Puño

(3) DREAD 135
- C Plasma
- Puño

(4) DREAD 135
- C Plasma
- Puño

6 TERMINATOR SQUAD 280
- Lanzallamas pesado
- 1 Puño
- 2 Pares de garras
- 3 Martillos

5 VETERANOS 125
- Armadura artesanal
- Espada de energía
- Bombas de fusión

LAND RAIDER SPARTAN 370
-Escudo de bengalas
-Placas de ceramita

TARANTULA 45
- Cañón laser acoplado

TARANTULA 35
- Lanzallamas pesado acoplado




La misión fue escogida aleatoriamente y el resultado fue que jugamos Guerra de Mentiras, una misión que consistía en capturar tres objetivos cuyo valor era desconocido hasta el final de la partida y que pueden darte de -1 a +3 puntos de Victoria. Además la misión se complementaba con el objetivo secundario Recuento de bajas, en el cual cada unidad aniquilada otorgaba un punto de victoria al rival.

Los Hijos de Horus dejaron casi todo el ejército en reserva, para sacar el máximo partido de sus tácticas de flanqueo que les confería  Horus y del despliegue rápido que les otorgaba el Rito. Los Manos de Hierro los desplegué de modo que la fuerza principal quedará en el centro, cubriendo el obejtivo de la mitad del tablero y los Dreads en unidades de dos distruibuidas en los flancos. Las tarántulas defendían los obejetivos contra todo aquellos que se acercara.

A partir de aquí comienza el relato de los acontecimientos...

Ferrus escudriñó el campo de batalla en busca de Horus, pero no vió al Señor de la Guerra por ninguna parte, únicamente un puñado de sus lacayos, aquellos que se hacían llamar sus hijos. Dos baterías rapier con matriz laser habían tomado posiciones en edificios en ruinas y apuntaban sus armas sobre el Sangre de Medusa, el vehículo en el cual había llegado al campo de batalla.

Los Morlocks que le rodeaban sintieron la amargura creciente de la traición, habían combatido contra sus hermanos de la tercera legión hacía apenas unas horas y sólo la gran maestría táctica y el temperatmento salvaje de Ferrus les había mantenido con vida.

Los viejos planos de Istvaan mostraban la presencia de tres balizas de posición en la zona, con suerte podrían encontrarlas y pedir socorro a la flota en órbita, quizás conseguirían sobrevivir a esta masacre, después de todo. Pero los planos no eran de fiar, eran antiguos, las balizas podían no funcionar o no existir en absoluto, había que arriesgarse.

El sangre de Medusa se enzarzó en un intercambio de disparos con las rapier a la espera de que el traidor se materializara. Craius y Medraut apoyaron desde el flanco abriendo fuego con sus cañones y finalmente consiguieron hacer estallar a las rapier. Sin embargo, surgidos de la nada, la escuadra Locarne de los Hijos de Horus aparecieron flanqueando intentando acabar o al menos destraer a los dos ancianos.


Craius y Medraut sobrevivieron al fuego cruzado de la escuadra Locarne y un puñado de exterminadores que se materializaron ante ellos, prepararon sus puños de combate y asaltaron a los herejes. El frío hierro medusano partió las armaduras como la espada se hunde sobre el agua, Craius consiguió distraer a la mayor parte de la escuadra mientras Medraut pulverizaba el cráneo de su sargento, el único que suponía una verdadera amenaza. Mientras tanto, la escuadra de exterminadores de los Hijos de Horus que había aparecido junto a aquellos dos Dreads se encaminaba a uno de los objetivos.


Horus se materializó desde el Espíritu Vengativo con una escuadra de sus infames hijos, las luces disformes inundaron el espacio tras los viejos hermanos de guerra Proteus y Dagon, los dos Dreads intentaron reaccionar a tiempo y girarse para acabar con sus cañones de plasma con los Herejes pero Horus y sus hombres abrieon fuego sobre ellos, inmovilizando y rematando a Proteus con una fluidez asombrosa para portar una armadura de exterminador.

Mientras tanto, lejos de allí, Ferrus sintió la presencia de su hermano. Los Morlocks y él estaban enfrentándose a una de las escuadras de exterminadores de Horus, Ferrus balanceaba su martillo haciendo pedazos los huesos y las armaduras de los exterminadores que le plantaban cara.  Junto a él, el Señor de la Forja Tiberius Claudius de los Avernii descargaba su hacha sobre los pocos que quedaban.

Los Morlocks habían hecho un trabajo excelente, juntos habían despachado una de las escuadras de élite del Señor de la Guerra, pero de pronto llovió muerte del cielo. Horus invocó la ayuda del Espíritu Vengativo, un bombardeo orbital de increíble precisión barrió a los Morlocks reduciendo a toda la escuadra a cenizas a excepción de un único superviviente. La bilis llenó la garganta de Ferrus, se levantó del suelo cubierto de las visceras y el polvo que habían dejado sus hijos.

El Hermano venerable Dagon consiguió escapar de la trampa de Horus, aunque Proteus pereció para salvarle. Dagon reventó una Rapier que encontró de camino y se dirigió a uno de los obejtivos, con intención de defenderlo.


Ferrus se había quedado casi solo, ayudó a levantarse a Tiberius Claudius y lo envió a tomar un objetivo. Él debía enfrentarse a una difícil sutuación, batirse en duelo con Horus o ganar la batalla, si intentaba acabar con el líder de la Herejía perdería su ejército, no había duda. Con gran amargura se lanzó en solitario a por la segunda escuadra de exterminador, que amenazaba su flanco, a su mando estaba un oscuro Capellán instruido por el mismísimo Erebus.

Ferrus sintió como la ira inflamaba sus tendones de acero, sus golpes partieron la tierra y uno a uno los exterminadores cayeron ante él. El capellán apenas fue una amenaza para el primarca, Rompeforjas lo aplastó dejando poco más que un charco de sangre.


Empero el flanco izquiero estaba ganado, el flanco derecho aún se hallaba en una dura disputa, la escuadra de Exterminadores que acompañaba a Horus se dirigió a un objetivo, y aunque no llegaría a matar nada más, su presencia en él era inamovible. Además, la escuadra Ambulante sorprendió por flanqueo a los veteranos Vergincetorrex de los Avernii.  La escuadra Ambulante hostigó y dió caza a los veteranos turno tras turno hasta acabar con el último de ellos y con un asombroso lanzamiento de una granada consiguió abrir un escape en el reactor nuclear de Dagon, el Dread que les amenazaba.

Al final de la partida cada legión contaba con un objetivo en su haber, y aunque los Manos de Hierro les sacaban mucha ventaja a los Hijos de Horus en el recuento de bajas los traidores contaban con el favor de los dioses oscuros. Pero los dioses son caprichosos, y el destino quiso que el objetivo por el cual los Hijos de Horus habían sangrado y muerto valiera nada más que cero puntos de victoria mientras que el de los Manos de Hierro ofreciera un punto de recompensa. En verdad había sido una guerra de mentiras.

El recuento de muertes sumado a los objetivos convertía la partida en un ajustado 8 a 5 a favor de los leales Manos de Hierro. Horus había escapado, pero al menos había sido burlado. Ferrus había tomado el control de las balizas de posición y habían conseguido enviar su lozalización a las naves en órbita, pronto conseguirían salir de ese matadero llamado Istvaan V.



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