La Leyenda de los 5 Herejes V

Las cuchillas de Calibraxis combatiendo a los elegidos de Corillia

Tras hacer la entrevista y tomar las notas para la presentación de su ejército, Marcos y yo nos enfrentamos en las sucias calles de Corillia. Él utilizaba la lista del artículo anterior y yo la que presenté en este otro.

Tiramos para ver que misión nos tocaba y fue la tercera, Shatter strike, ataque de ruptura. En esta misión está activa una regla especial por la cual al final de la partida obtienes 1 PV por cada una unidad que niegue y 2 PV por cada unidad que puntúe que al final de la partida se encuentre en la zona de despliegue del rival.

También están activos los objetivos secundarios Matar al Señor de la Guerra y Desgaste, éste último otorga 1PV a aquel que elimine más unidades del rival.




El Animus Necandi

La tirada de rasgos del Señor de la Guerra fue determinante, ya que Balner de los Hijos de Horus obtuvo la habilidad de infiltración para tres unidades de infantería, lo cual sumado al Flanqueo que le otorgaba el Rito de guerra hizo que pese a ir primero no desplegara nada.

"Cauchemar, Cónsul Delegatus de la VIIIª Legión, había conducido a su hueste a cazar al enemigo en los tenebrosos pantanos de Corillia. Eran intrépidos rastreadores nocturnos, su olfato les había llevado a la vacías calles de una olvidada colmena, pero cuando llegaron no había ninguna señal del enemigo.

Fueron sorprendidos, de la nada surgieron hordas de mutantes aullantes, entre ellos, a resguardo por la marea de cuerpos, avanzaba el Comandante Fury. El comandante de la milicia abrió fuego con su pistola de plasma, el espectral fuego azul iluminaba su rostro al tiempo que lograba inmovilizar un Whirlwind del enemigo."


"El Whirlwind respondió masacrando a media horda mutante con sus misiles Castellano, sin embargo poca esperanza de vida le quedaba, la escuadra Ambulante de los Hijos de Horus apareció desde el flanco y acribilló el blindaje trasero del Cruzado Descarnado, dañando su sistema de conexión con el espíritu máquina.

En el otro extremo de la ciudad la segunda leva de mutantes aguardaba impaciente la llegada de los Amos de la Noche, para, quizás, sacrificarlos a sus dioses oscuros."


"Mientras las dos escuadras tácticas avanzaban en Rhino hacia el enemigo al otro lado del campo de batalla, los veteranos llamados Cuchillas de Calibraxis hubieron de recular, los Elegidos de Corillia habían conseguido infiltrarse tras sus líneas. Cauchemar y los suyos desembarcaron para asaltar a los infames engendros.

Las Cuchillas de Calibraxis hicieron su trabajo con un asombroso ardor guerrero, cortaron y desgajaron los numerosos tentáculos y apéndices de las bestias sin que estas tuvieran apenas tiempo de darse la vuelta, aniquilando la unidad.

Lamentablemente, no todo serían buenas noticias para los Amos de la Noche, el asqueroso comandante de la milicia descerrajó un tiro afortunado sobre el blindaje trasero del Predator que penetró en su tanque de combustible, el Predator prendió en llamas inmediatamente."


"Mientras tanto, los Hijos de Horus alcanzaron el campo de batalla con prestreza y, mientras una escuadra inutilizaba el Whirwind la otra sorprendía a Cauchemar y sus veteranos con una salva de tiros a bocajarro.

Surgido de las nubes negras y sulfurosas un caza Lightning descendió con el trueno tras él, descargó su cañón laser sobre el Animus Necandi y reventó una de sus barquillas laterales."



"Cauchemar vió al Praetor Balner aproximarse y sintió crecer el odio en su interior, su oscura devoción por los dioses le repugnaba, cometió un error que habría de pagar con su vida. En lugar de buscar refugio en el interior del Animus Necandi ordenó a sus hombres avanzar hacia el enemigo.

Los Amos de la Noche se empantanaron en el movedizo terreno que les separaba y los Hijos de Horus lanzaron su contracarga hacia ellos a través del barro."


"Los Hijos de Horus les habían llevado a la trama perfecta, estaban hundiéndose en el barro radioactivo de la ciudad y mientras los Hijos de Horus se movían entre ellos para degollarles con facilidad. Aunque consiguieron acabar con media escuadra Locarne los veteranos cayeron uno tras otro y finalmente el Praetor Balner consiguió llegar hasta Cauchemar.

Comenzó a llover, Cauchemar pensó que iba a morir viendo las primeras luces del amanecer, el agua caía entre las alas carmesíes de su yelmo, dirigió su puño contra uno de los Hijos de Horus y le machacó la cabeza. Poco después Balner hundió el puño en sus entrañas, pulverizando sus dos corazones al mismo tiempo. Le quedaban pocos latidos de vida.

-Que los dioses del Caos te acojan en su seno, hermano, nos veremos en el más allá- dijo el Hijo de Horus mientras un espumarajo de sangre caía de la boca de Cauchemar, en el interior del casco.

-No lo entiendes, hermano, no habrá paz tras mi muerte, ni guerra, sólo la nada más absoluta carente de sentido. Nos aguarda el olvido, no la gloria.- La sangre cesó de fluir, sus corazones habían dejado de latir, la lluvia arreció."


"Desembarcando de los Rhinos las escuadras tácticas de la VIIIª cayeron sobre los aislados mutantes del otro extremo de la ciudad, los abatieron rápidamente con descargas a corto alcance de su bolter y aseguraron la zona.

El Animus Necandi también se movió hacia el objetivo sin dejar de castigar la escuadra Locarne, finalmente, el consternado Balner retiró a sus pocos hombre a buscar cobertura y enviaron al Sentinel a ocuparse del Land Raider.

El Animus Necandi devolvió los disparos, el Bolter pesado reventó la cabina del Sentinel y la máquinaria ligera del bípode voló por los aires. Balner vió al Animus Necandi alejarse, no importaba, habían vencido, tomó el yelmo blanquecino de Cauchemar en su mano y contempló su mirada vacía. Sus palabras le habían herido en una parte de su persona que creía muerta, quizás todo aquello por lo que combatía no tuviera sentido, quizás no había ninguna causa por la que mereciera la pena luchar."


La partida acabó siendo una clara victoria de los Hijos de Horus, había conseguido meter tres escuadras de línea en mi zona de despliegue, lo cual le daba seis apunto y además recibió un punto adicional por cada secundario. Había matado cuatro unidades, una más que yo. Por mi parte había logrado colocar tres unidades en la zona de despliegue rival, dos de ellas línea. El resultado fue un 8 a 5 a favor de los Hijos de Horus.

En mi opinión cometí un error clave y además la suerte no me acompañó desde el primer momento, la misión favorecía mucho a Marcos, ya que tenía flanquear medio ejército pero además le salió Infiltración para la otra mitad, no tuvo que moverse, empezó directamente en mi zona de despliegue.

Pero es que además me equivoqué gravemente lanzando a Cauchemar contra esa escuadra en lugar de contra la que no tenía puños de combate, podría haber limpiado el otro flanco con facilidad pero me obcequé, lo cual sumado a unas tiradas bastante pobres acabó con la unidad de veteranos y con el Cónsul, regalando un par de puntos de victoria y la partida. A partir de ahí no tuve nada que hacer.

En la próxima partida un nuevo Cónsul tomará el mando del ejército, ya que Cauchemar ha caído en combate, esperemos que pueda vengarse de Balner, algún día.

El Animus Necandi hace trizas al Sentinel oculto entre las ruinas
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