INFORME DE BATALLA. WARHAMMER 40K
El domingo 5 de julio diez generales se juntaron en La Roca
con una sola misión jugar una partida a 10.000 por bando y pasarlo bien. El
escenario era una enorme mesa cubierta de arena y chatarra donde se alzaban los
restos de colosal refinería de origen Ork. En un extremo de la mesa se
encontraba la entrada a la fortaleza Ork, el punto focal de la batalla, que los
Ork pretendían defender del Imperio del hombre.
En un lado los astartes de los Caballeros Grises, los Lobos
Espaciales y los Ángeles Sangrientos se alienaban junto a la inquisición y el
Mechanicum, su objetivo era tomar las puertas de la fábrica de gargantes, para
ello debían llegar hasta ella y mantener una unidad en su interior hasta el fin
de la partida.
En el otro bando los Orks liderados por su Kaudillo
lideraban una horda de 4.000 puntos compuesta por una peña de 100 orks, varios tanques
zaqueados, Zaqueadores y Tipejoz Bacilonez. El orgullo de su fuerza era un
flamante Gorkonauta que avanzaba por delante de los 100 Chicoz.
Los aliados del Kaudillo orko eran un Comandante Tau que
había sido enviado a la refinería para evitar que el Imperio se hiciera con el
control del planeta, un Señor del capítulo que había vendido su alma a Nurgle y
había alquilado sus servicios al Kaudillo como mercenario y yo mismo, que
encarnaba a un Hechicero de los Amos de la Noche. Este hechicero, Dorian, tenía
un oscuro objetivo, pretendía hacerse con el control de la refinería para sí y
al mismo tiempo deshacerse del resto de líderes aliados.
Los Amos de la Noche son ejército del Caos atípico, según su
trasfondo no luchan por el Caos, son apóstatas, rara vez sufren mutaciones y
pocas veces se alinean con demonios. Respetando mi visión del trasfondo elaboré
una lista sin nada demoníaco, sin marcas y por supuesto sin aliados.
Dorian lideraba una fuerza de 2.000 formada por 3 unidades
de motoristas, 3 unidades de rapaxes, 3 unidades de marines de línea, 3 Dreadnoughts y 1 unidad de Aniquiladores.
Dispuso sus fuerzas de modo que ocuparan la puerta y su perímetro más
inmediato, permitiendo que sus aliados avanzaran sus tropas al choque directo
con el Imperio.
“Dorian vió como la
enorme horda pielverde se alejaba para abalanzarse sobre los imperiales, el
Kaudillo lanzaba gritos atronadores que impulsaba a sus Chicoz a cruzar el
desierto de humo y chatarra. Dorian miró al señor de Nurgle a los ojos, pero
sus cuencas estaban vacías y supuraban icores blanquecinos.
-Joven traidor,
para mayor gloria de tu padre telepórtate en la retarguardia inquisitorial y
acaba con la vida del Lord Inquisidor. – El señor del capítulo renegado no
sospechó ni por un segundo la traición de los viejos y veteranos traidores y
asintió.
El Comandante Shas Ounsi
también miró al hechicero esperando instrucciones, junto a él caminaba un
vidente Eldar que era el único que le miraba con reticencia. Era ese Vidente
quien había atraído a los Tau a combatir en este planeta, y quien había
insistido en evitar que la fábrica cayera en manos imperiales a toda costa.
-
- Vos,
Comandante Ounsi descenderéis de los cielos para eliminar selectivamente los
apoyos Imperiales para mayor gloria del bien supremo.
-
- Así lo
haré pero no porque sea vuestra voluntad sino porque así lo quiere mi hermano
Indurael el contemplaestrellas.- Y el comandante tau se retiró con su escolta
de armaduras de combate Crisis.
Dorian por último miró
al eldar y le dijo: - Vos os quedareis conmigo, hasta el fin- y eso es
exactamente lo que haría.”
El despliegue que realizaron todos mis aliados fue avanzando
sus tropas al máximo y dejando el objetivo, las puertas, guarnecido apenas por
unos pocos tau y eldar. Yo situé todas mis tropas en el interior del edificio,
desplegando las motos en la superficie y las Rapaxes y marines en los pisos superiores.
Los dreadnoughts de los Amos de la Noche y los aniquiladores con 4 cañones
laser tomaron posiciones en un flanco para cubrir en el avance de los Orks.
El bando defensor
El primer turno era del imperio por decisión del director, ellos
avanzaron hacia nosotros con casi todas sus tropas embarcadas en Land Raiders y
Rhinos. Una gigantesca hueste de Cyborgs del Adeptus mechanicum dominaba el
centro, un pesado Caballero avanzaba junto a ellos y le seguía manadas de lobos
y marines marcados para morir por la rabia de su capítulo.
Los cielos se ensangrentaron y del humo descendieron 3
cápsulas en la arena, 2 de ellas llevan Dreadnoughts en su interior y otra
veteranos lobos espaciales dispuestas a sacrificar la vida por el capítulo. Los
lobos acabaron con el Morkonauto con un tiró certero de un combi fusión que
detonó el tanque de combuestible y barrió una docena de getchins que había
detrás. El dreadnogught de los ángeles sangrientos libero el promethium de su
lanzallamas y calcinó a media unidad de tipejos vacilones. El dreadnought de
los lobos espaciales, armado con un hacha gaclial y un escudo, se ocultó tras
cobertura.
La fase psíquica era abrumadora, el bando imperial tenía una
reserva de más de 30 dados frente a apenas 10 con los que contábamos nosotros.
La unidad de Castellax del mechanicum recibió invisibilidad y NHD, por otro
lado la unidad de Lobo Trueno también ganó NHD y guerrero eterno.
En nuestro primer turno, todos mis aliados avanzaron al
máximo hacia delante, yo me había quedado en un discreto segundo plano, mis
tropas conformaban la segunda línea defensa. Únicamente me amenazaban los dos
Dreadnoguhts que había caído delante de los míos. Mis Aniquiladores apuntaron
sus cañones y eliminaron al Dread de los Ángeles Sangrientos, un impacto de
cañón láser perforó el ataúd del guerrero enterrado. La horda de orkos se encaró
con la unidad del mechanicum compuesta por 10 castellax y varios personajes.
Dorian observa a los eldar con turbias intenciones.
En el segundo turno imperial las fuerzas combinadas de todos
los capítulos astartes barrieron el flanco izquierdo, acabando con 3 tanques
orkos, 2 dreadnoughts y varias latas azezinas. El resto de su ejército siguió
echándose las bendiciones psíquicas y avanzando hacia nosotros.
Los orks lanzaron un grito que se escuchó por encima de los
disparos y explosiones y se arrojaron en una carga sobre el mechanicum pese a
las bendiciones que este había recibido que hacía que resultaran apenas
visibles para los orks. El comandante Tau y el Señor de Nurgle cayeron sobre la
retaguardia del imperio y escupieron muerte sobre la inquisición y las fuerzas
imperiales de última línea.
Los Amos de la Noche se replegaron mientras dejaron que el
Dread de los Lobos Espaciales se entretuviera matando orkos, lanzaron algunos
disparos que hicieron detonar una cápsula.
“Dorian observó la
batalla con satisfacción, su ejército aún no había sufrido ninguna baja y
estaba protegido por la carne de sus aliados. Pronto alojaría una bala en la
cabeza del vidente eldar.”
Los 100 orks rugieron golpeando a sus enemigos invisibles,
una docena murieron golpeando al aire, sin embargo un Castellax fue despedazado
por la garra del kaudillo.
El avance del Imperio
En el turno tercero las cosas estaban feas para los defensores,
los imperiales habían limpiando los dos flancos y la horda de orks era
incapacidad de eliminar la unidad del mechanicum bendecida por los
bibliotecarios astartes. Aparecieron dos aeronaves en los cielos, una de los
Lobos espaciales y otra de los caballeros grises. La Stormraven llevaba en su
interior a un asesino Culexus que más tarde sería determinante.
La retaguardia imperial giró para hacer frente al Señor del
Caos de Nurgle, acabando con la mayoría de su séquito de exterminadores
renegados. También la unidad de Crisis que acompañaba al comandante sufrió un
duró correccional. Los tanques imperiales ya habían cruzado la mitad de la mesa
y barrieron todos los orks y renegados que encontraron. Unicamente quedaba la
horda de Orks y algunas unidades de retaguardia. El Dread de los lobos espaciales
asaltó a mis Aniquiladores desmembrando a 4 de ellos, sufriendo un solo impacto
a cambio.
La retaguardia imperial se prepara para enfrentarse a los exterminadores del Caos.
Una cápsula de Veteranos Lobos Espaciales cayó exactamente
delante de las puertas eliminando unos cuantos Zaqueadores Orks. Quince orks
cayeron ante la avalancha de ataques de sus enemigos invisibles y otro
Castellax fue hecho añicos por las garras de combate de los nobles.
En nuestro tercer turno teníamos a nuestro enemigo a las
puertas, había superado la primera línea de defensa, los orks que quedaban en
el centro aún resistían pero no tardarían en ser envueltos y suprimidos. Los dos
flancos los habíamos perdido y no parecía fácil resistir el embate.
Mis tropas rodearon la puerta, ante la ausencia del Señor
del Nurgle convencí a los cultistas de que seguían de que se trabaran contra
los lobos espaciales que desembarcaron de la aeronave, Dorian esperaba que
distrajeran a los garras sangrientas. Dorian reunió los susurros disformes
alrededor de él y desgarró el tejido real con un pensamiento, la cápsula de los
Lobos espaciales y 3 de ellos se comprimieron por efecto de una extraordinaria
fuerza telekinética que también se llevó por delante a 4 rastreadores tau. La
explosión cubrió de metralla a otros 2 rastreadores, Dorian no lamentaría esas
pérdidas.
Murieron otros 20 orks a manos de los autómatas, otro
Castellax fue eliminado, iban cayendo de uno en uno, quedaban 7. El legendario
Dread de los Lobos segó con su haca las vidas de 4 tau de unidad de
rastreadores. Junto a él tomaron posiciones 6 Jinetes de Lobo y un Servoterror.
En el turno 4 los imperiales lanzaron un bombardeo orbital
sobre mis tropas situadas en la puerta, pero la fortuna me sonrió y se desvió
por completo. La Stormraven se acercó, con el culexus, en su interior, era su
mejor oportunidad para entrar en el interior de las puertas. Los Garras
sangrientas limpiaron el flanco de cultistas y renegados. Una unidad de 5
exterminadores Ángeles Sangrientos se teleportaron a la puerta junto a 2
bibliotecarios y 1 apotecario. Los exterminadores de los lobos espaciales
cargaron sobre la menguante horda de orkos, la Guardia de la muerte sobrevoló
los autómatas y también cayó sobre los pielesverdes. Una unidad de paladines de
los caballeros grises cargó sobre los orks también desde su land raider.
En conjunto, las 2 unidades de exterminadores, los ángeles
sangrientos y los autómatas consiguieron acabar con 40 de los orks que quedaban.
Después de 5 rondas de castigo apenas quedó el Kaudillo gravemente herido junto
a su Dok.
“El kaudillo rió a
carcajadas, sabía que iba a morir. Pero morir luchando no es perder. Había
machacado guerreros metálicos hasta la extenuación y era divertido, y seguiría
haciéndolo hasta que le quedara un soplo de vida.”
En nuestro cuarto turno le arrojamos todo a la unidad de
exterminadores con 3 personajes que amenazaba de forma inmediata las puertas de
la refinería, todo. Indurael y sus exploradores, los tau, y mis Amos de la
Noche desataron toda su potencia de fuego. Al final de la fase de disparo
quedaba el apotecario, un bibliotecario de los ángeles sangrientos y un solo
exterminador. Cuatro exterminadores y un bibliotecario habían sido
acribillados.
Mis dreadnought descargaron sus cañones laser sobre un
Servoterror, acabando con sus últimas heridas. Y los berserkers de khorne, la
única unidad que le quedaba en pie al otro general caótico, y mis Rapaxes
cargaron sobre los Ángeles sangrientos que quedaban, eliminándolos.
En el turno 5 el kaudillo orko fue finalmente eliminado, los
Caballeros grises intentaron desembarcar al culexus como último recurso en el
interior de la fortaleza. Una vez dentro si conseguía caer en el lugar debido
debía aguantar la agresión de 20 de mis marines sedientos de acción. Pero se
dispersó y cayó más allá de las puertas. Los caballeros grises y los lobos
estaban a los pies de la fortaleza pero no habían conseguido penetrar en ella.
El mítico Dread de los lobos aún estaba trabado con los rastreadores, y los
jinetes de Lobo hubieran necesitado otro turno para llegar.
En nuestro quinto turno nuestras fuerzas se replegaron y las
puertas se cerraron, el exterior fue barrido por la tormenta radioactiva. Al final
de la batalla quedaban unos pocos berserkers, unos cuantos rastreadores tau y
los exploradores Eldar al mando de Indurael el contemplaestrellas. Dorian había
perdido 1 motorista, 1 rapax y los 5 aniquiladores. Era un coste muy bajo por
hacerse con el control de la fábrica. Todos los Oks habían muerto fuera
defendiendo su obra, su hogar, que ahora estaba en sus manos.
EPÍLOGO
“Las fuerzas de Dorian
estaban casi intactas, seguras en el interior de la fortaleza. Fuera la
tormenta radioactiva convertía las servoarmaduras y los huesos en polvo en
cuestión de segundos. Los marines se replegaron a sus tanques y se retiraron
para intentar sobrevivir. Dorian estaba orgulloso de su plan, les había dejado
el trabajo sucio a los demás, había funcionado a la perfección. Casi todos los
líderes aliados habían muerto en el exterior, sólo tenía que acabar con los
pocos tau y eldar que quedaban para ganar el control del planeta. Los
berserkers se pondrían indudablemente de su lado.
A una orden suya los
marines abrieron fuego sobre los rastreadores, masacrándolos en una lluvia de
proyectiles bolter. La maltrecha armadura cataclismo fue reducida por los
Dreadnought a chatarra. Uno de los Dread sacó el cuerpo agonizante de su piloto
y lo empaló en una pica sobre su armadura.
Sin embargo ¿Dónde estaba
Indurael? ¡Maldito bastardo Eldar, había desaparecido!”
Me gustaría agradecer a Hector de Otro40kesposible la organización de este evento. Es un placer jugar partidas narrativas, más allá del mata-mata, sobre todo si las gano yo. :)
3 comentarios
Click here for comentariosUn día jugaré una partida así xD
ReplyJugar una partida así de vez en cuando es un placer, seguro que tendrás la oportunidad de jugarla.
ReplyPara la proxima hace falta un poco mas de fluidez y que todos puedan jugar. Pero fue una gran partida la disfrute mucho.
ReplyConversionConversion EmoticonEmoticon