El rey oscuro




El segundo relato de la antología "Sombras de traición" nos pone por fin en la piel del Acechante Nocturno. Es un breve relato, de apenas quince páginas, que describe el descenso a la locura de Konrad, su enfrentamiento con Dorn y la destrucción de Nostramo.

El relato tiene detalles muy positivos y en general está bien, pero en mi opinión falla en el momento clave. La confrontación entre Dorn y Curze a cuenta de la ejecución de unos prisioneros no trasmite nada, no consigue sobrecoger al lector como Kurtz en Apocalipsis Now o en El Corazón de las Tinieblas. Falla a la hora de trasmitir la inmensa barbarie que se esconde en el alma humana, la crueldad auténtica que se oculta bajo unos ideales vacíos. Esto es Apocalypsis Now se consigue magistralmente a través del relato del Coronel de como el VietCom corta los brazos de los niños vacunados por las tropas americanas, pero en este relato la ejecución del prisionero me deja un poco indiferente. No logra crear ese ambiente enfermizo en un relato tan corto.



Sí consigue, en cambio, transmitir la locura de Curze, el desvarío de un hombre atormentado por las visiones de la herejía que estaba por llegar. La sed de justícia, el cinismo y la repulsión por lo que se ha convertido son los ejes principales del personaje. Dorn, sin embargo, resulta un tanto ingenuo en su humanismo. Creo que es un papel que le hubiera quedado mejor a Vulkan, porque resulta contradictorio ver los sútiles cambios de personalidad de Dorn según el autor que lo describa. En un relato combate al enemigo con absoluto estoicismo y lealtad fanática al Emperador, en el siguiente se escandaliza cuando ve a los extremos a los que es capaz de llegar curze.

Las escenas de la fuga de Curze de su encarcelamiento y de la destrucción del planeta sí que consiguen transmitir tensión. Y también es muy buen detalle que asocien al personaje al origen del tarot del Emperador, tan presente en la novelas de la inquisición y en los juegos de rol.



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